L'Estartit
[anar a la versió en català → ] L’Estartit. Un domingo brillante de otoño. He decidido ir a comer al Nautilus . Mientras mojo el pan en la salsa de los peus de porc con sepia, buenísimos y gelatinosos, un pequeño universo se presenta ante mis ojos curiosos. Juego a imaginar cómo son las personas que están sentadas en las mesas cercanas, qué sienten. Más allá un mar azulísimo, dos veleros anclados en el puerto. En una de las mesas hay tres surfistas; son jóvenes, hablan en francés y llevan chanclas. Un langosta enorme brilla en sus platos. Acaba de llegar una pareja joven con dos hijos pequeños, no más de cuatro años. Hay mesas libres dentro del restaurante, pero los padres quieren una mesa de aquellas de la galería, que tienen una vista magnífica sobre el puerto. Son padres jóvenes. Quizás aún no han descubierto que los ritmos adultos, las esperas en los restaurantes, las sobremesas con el café, no están pensadas para ellos, Los padres saben que desde la galería las vista s