Entradas

Atardecer

Imagen
  Humilde homenaje a mi padre, Antonio Cobos Martín, que nos dejó este viernes 7 de diciembre, el mismo día que cumplía 82 años.  Y seguirás caminando en nuestros corazones. Y enseñaremos lo que nos enseñaste. Y compartiremos lo que nos diste. Y estarás con nosotros  en los árboles que tanto amaste y en los ríos y en la brisa. Y tomaremos una cerveza y hablaremos de todo y  de nada. Y brindaremos por ti, por nosotros, por la vida. http://www.youtube.com/watch?v=FQZSgNvQ6JI El texto me lo dictó el corazón en su casa, en la mesa donde solíamos tomar una cervecita y unos tacos de jamón (o lo que pilláramos por allí) . La fotografía es de la puesta de sol de ese día (preciosa verdad?). La canción tiene ya unos años. Es de Cristina y los Stop 1967. Él tenía treinta y siete años y yo solo cinco. Mi padre solía recitar a menudo el estribillo.

Almizcle

Imagen
[anar a la versió en català  → ]   El sol de la tarde ya declina y tiñe de púrpura el horizonte, sobre el que se dibuja la silueta de unos niños que juegan en el parque, a la salida de la escuela. “Almizcle”. Acabo de preguntarte sobre tu perfume y tu respuesta me deja sin apenas habla. “¡Almizcle!” En una asociación instantánea, casi como un acto reflejo, me vienen a la mente las palabras de Baudelaire: “Comme l’ambre, le musc, le benjoin et l’encens” Un verso que de muy jovencito traduje al castellano con estas palabras: "Como el almizcle y el ámbar, el incienso y el benjuí" De hecho, hasta hoy nunca me había encontrado el almizcle en la vida real, así, en la calle. Para mí el almizcle es (o era) una palabra sonora, dentro de un verso sonoro, que me hacía evocar, oler los perfumes en mi imaginación. Intento imaginar la cara que yo debía poner mientras me contabas con voz pausada y serena no sé qué cualidades y rarezas de ese perfume, algo relacionado con l

Correspondencias

Imagen
  [anar a la versió en català  → ] Llevo algunos días en los que me cuesta dormir. El motivo no es otro que la métrica. Busco un verso, pero aquí me falta una sílaba y  allí me sobran dos. Creo tener la palabra oportuna y la duda me acecha. En efecto, vuelvo al vicio de traducir poesía. Después de la resaca de las  Bucólicas  de Virgilio, el ritmo me reclama de nuevo. Esta vez el poeta elegido es Baudelaire,  Les fleurs du mal .  Pero antes me gustaría compartir con vosotros mi historia personal con Baudelaire, que viene de lejos. Primer acto. Un joven estudiante de Figueres 15 años se sacaba unos dineritos trabajando de camarero en verano en Le Perthus, Allí conocí a Marie, una chica francesa de padres españoles, que vivía en Céret y que ese verano trabajaba de dependienta en La Tramontana. Cuando acabó el verano, y cada uno volvió a su hogar (yo al sur, ella al norte, casi como en la canción  Une belle histoire , de Michel Fugain) Marie me regaló una carta que iba acompañada de un po

Demasiado

Imagen
  [anar a la versió en català  → ] Demasiado   Demasiado , adverbio que denota un exceso, por contraposición a poco, escaso. El adverbio demasiado, pues, debe entenderse en sentido negativo, un exceso que provoca molestia en el hablante: "En este bar hay demasiada gente, demasiado ruido". Ahora bien, de vez en cuando el lenguaje popular produce expresiones especialmente afortunadas en las que ese sentido negativo se transforma en positivo. Pienso, por ejemplo, en la exclamación de un joven cuando algo le entusiasma y dice una frase parecida a "¡Tío! ¡esto es demasiado...!" En más de una ocasión el adverbio demasiado nos advierte del peligro que supone dejarse llevar por los placeres de la carne: “Este pastel es demasiado bueno...” con la tácita confesión que nos costará dejar de comer con moderación y que nuestra dieta (aquella que nos prometimos por fin de año...) se irá al garete en un visto y no visto. Y que me decís de la oposición de dos términos

Auga doce

Imagen
  [anar a la versió en català  → ] La nota de hoy es, de forma voluntaria, diferente a las demás. Quiero haceros una propuesta. La imagen que nos acompaña es una fotografía de Chema Madoz, un artista que me encanta. Pues bien la propuesta que os hago es doble. Por un lado sería cuestión de ponerle título (o dejarlo sin título, como ha hecho el autor). La segunda parte consiste en explicar qué os sugiere la foto. Podéis  poner vuestro comentarios en el apartado correspondiente. Si no seguís el blog, tal vez os salga como "Anónimo".  Aprovecho, de paso, para invitaros a seguir el blog. Gracias.

Desconocida

Imagen
    [anar a la versió en català  → ] En una pequeña playa ampurdanesa cercana a los dioses, una imagen efímera quiso convertirse en palabras. Las que encontré son estas:   Desconocida en la playa El cabello recogido En una cola firme. Bikini negro, piel morena.   Un baño fugaz, Una caricia azul, La sal en los labios, La arena en los pies.   Te sientas en la toalla, Te abrazas las rodillas. Bikini negro, Piel morena.   Y contemplas el mar Y te pierdes en el horizonte. ¿Recuerdas? ¿Sueñas?   El cabello recogido En una cola firme.   Empúries, verano 2012 .

Turrones

Imagen
  [anar a la versió en català  → ] Dicen que “comer y rascar y, todo es empezar”. Y es cierto, y mucho más durante las fiestas de Navidad. Quien más y quien menos ha tenido algún día de reposo para rascarse la panza en sentido literal y metafórico. En cuanto a la comida... ¡Madre de Dios! Cenas de empresa, comidas familiares, cenas de amigos, otra comida familiar... Un sin parar: asados, canelones, roscones, turrones, más asados... Y, claro, para facilitar que "baje”, tanta sustancia sólida es necesario regalarla en abundancia, generosidad y variedad. -¿Qué vino desea? ¿Blanco, negro, rosado? - ¡Tráelos todos! -¿Otra copita de cava? -No te diré que no... -¿Un chupito? Orujo blanco, de hierbas, ¿ratafía? -Deja las botellas en la mesa. Ya veremos... Y al día siguiente más de lo mismo. Hasta que llega un día en el que te miras esa barriga que tanto gustaba rascarte y descubres que ha crecido de manera monstruosa: -¡Esto no estaba ahí hace diez días! Sí. Comer y ra