Post Nubila Phoebus
No hay nadie en la playa ni en la terraza del
hotel. El sol es cálido y todo el espacio se llena de un aire indeciso de
otoño. Un café con leche y unos cruasanes ocupan la mesa de mármol blanco.
No he venido solo. Me acompañan mis inseparables
amigos: el cuaderno de notas y un libro. Hoy, la Eneida de Virgilio. Quiero traducir unos versos y espero que la
dulce canción del mar besando la playa me dé los ritmos precisos.
No se me ocurre mejor sitio que este para hacerlo.
Virgilio habla a menudo del mar (él, que era de tierra adentro) y le llama de
mil maneras, cuál de ellas más sonora y sugerente: pelagus (mar abierta),
fluctus (corriente, ondeo), undas (oleadas), salon (salado), pontus (camino).
Precisamente, en el pasaje de hoy el mar tiene una
presencia muy destacada y en uno de los versos el Poeta nos regala una
maravillosa onomatopeya. Escuchémosla:
Fit sonitús spumánte salo
(“Suena a su paso la mar espumosa”).
Si en su recitación en voz alta os entretenéis en destacar las S, ¿Qué notáis? ¿Oís el silbido de dos serpientes deslizándose sobre las olas del mar? Pues sí, aquí las tenéis, ya se acercan a la playa, ya buscan su presa…
Ilustra la nota de hoy el mar que mis ojos
contemplaban mientras escribía estas palabras dispersas. La música es un tema
de Enya, Cursum perficio (Sigo mi
camino), hacia el final de la canción se repite
la expresión Post nubila Phoebus (después de las
nubes sale el Sol), que da título a la nota de hoy:
https://www.youtube.com/watch?v=Rc78j1yICps
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